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Papa Benedicto XVI sigue siendo Papa

Brian Murphy

el 15 de diciembre, 2019

Este video dura 18 minutos.

 

Transcripción

Hola, soy Brian Murphy desde mi oficina en el sur de California.

Vamos a demostrar que el Papa Benedicto XVI no renuncio válidamente al oficio papal en 2013 y por tanto, es todavía papa.

Como católicos siempre hemos creído y todavía creemos que hay un Dios, que Él es el creador de todo, que su Hijo se encarnó para salvar al hombre, que murió y resucitó de entre los muertos y que Él fundó la única religión verdadera que es la Iglesia Católica para la salvación de todos. Jesús es nuestro Señor y Salvador. Él es el único jefe de la iglesia. Sin embargo, para proteger a su rebaño de los falsos pastores y lobos voraces, le dio a Simón Bar Joná un regalo estupendo, el oficio de ser su vicario en la tierra, y le prometió al hombre que tuviera ese oficio que nunca perderá la fe y que todo lo que él atara en la Tierra estaría atado en el Cielo. ¡Estas son tremendas promesas de un Dios Tremendo! El oficio de Pedro, por lo tanto, no es algo habitual, tradicional o meramente útil. Es un regalo de la boca del mismo Dios encarnado vivo para ayudarnos a mantenernos fieles y proteger a la Iglesia de las puertas del mundo inferior. Por lo tanto, saber quién es el Papa es una necesidad de fe y comunión. Porque si nos equivocamos en esto, terminaremos siguiendo a un falso pastor. Es por eso por lo que la Iglesia nos da el derecho canónico - para decirnos cuándo y bajo qué condiciones un hombre se convierte en el verdadero papa, y cuándo y bajo qué condiciones renuncia un verdadero papa.

Tal vez te desconcierta que haya dos papas en el Vaticano, que Benedicto continúe vistiendo de blanco, usando el anillo papal, llevando y firmando el nombre de papa Benedicto, viviendo en el Vaticano, dando bendiciones apostólicas que solo el Papa puede hacer. Al mismo tiempo, puedes estar consternado porque el hombre que parece ser el papa actual, Francisco (o el cardenal Bergoglio) está conduciendo a la Iglesia católica por un precipicio con su promoción de las comuniones sacrílegas, negando la validez de la ley natural de la pena de muerte, la promoción de la ideología pagana y su agenda globalista de establecer única religión mundial en lugar del Evangelio de Jesucristo.

¡Este es un problema grave! Es una gran afrenta a la Justicia Divina, y un peligro para las almas, de creer que el Papa no es el Papa, y de seguir a otro como si fuera papa. Todo el católico necesita acertar su lealtad.

Es demostrable con el derecho canónico que Benedicto nunca renunció válidamente al oficio en febrero de 2013. El ministerio, sí, pero no el oficio papal. Veremos que esta distinción es crucial para entender por qué Benedicto sigue siendo papa, y Francisco (el cardenal Bergoglio) es, por lo tanto, un antipapa, sin autoridad alguna en la Iglesia.

¿Por qué es inválida la renuncia del papa Benedicto XVI?

Para entender esto, tenemos que mirar el acto de renuncia de Benedicto del 11 de febrero de 2013. El principal problema con este acto es que en ningún momento Benedicto anuncia que está renunciando al oficio del papado. La palabra latina para el oficio es "munus", que también se traduce a honor o deber. En contraste, Benedicto sólo anuncia que está renunciando al ministerio.

¿Por qué es importante esta distinción? Porque lo que no renuncias aún lo conservas. Para que la renuncia al papado sea válida, el hombre que es Papa tiene que renunciar explícitamente al oficio por su nombre. Esto se afirma de manera bastante explícita en el código de derecho canónico de 1983 (canon 332.2) canon tres treinta y dos, punto dos.

Por lo tanto, el acto de renuncia de Benedicto no cumple las condiciones de una renuncia del papado y, por lo tanto, no es válida. Al ser inválida, Benedicto sigue siendo Papa hasta que renuncie al oficio o parta de esta vida.

Ahora usted puede que se pregunte, ¿por qué hablar así en 2019? ¿Por qué nadie habló de esto en 2013 antes de que Bergoglio fuera elegido? ¿Nuestra afirmación es quizás un retiro artificial de los horrores de un papa malvado, pero válido?

No. De hecho, tan pronto como la renuncia de Benedicto salió el 11 feb, 2013, la prensa italiana y francesa, dentro de un día, imprimieron dudas acerca de la validez del texto de renuncia. Además, el profesor Radaelli en Italia le escribió a Benedicto advirtiéndole que un antipapa sería elegido en su lugar si continuaba con este paso. De modo que nuestra afirmación no es en modo alguno un retiro artificial de la realidad, como acusarían los defensores del régimen Bergogliano.

Veamos algunas objeciones populares a nuestra afirmación de invalidez, presentadas en defensa de la validez de la renuncia de Benedicto.

Probablemente el error más común presentado para afirmar que Benedicto renunció válidamente es la afirmación de que el "munus" (o oficio) es para todos los efectos y propósitos, lo mismo que el "ministerium" (o ministerio). Ellos dicen que Benedicto de hecho renunció válidamente.

Esta posición es demostrablemente incorrecta desde el derecho canónico, el cual define al ministerio y al cargo en dos cánones distintos. Señalaremos que los apologetas de Bergoglio nunca abordarán estas definiciones canónicas, sino que recurrirán a diccionarios populares de latín. Sin embargo, las únicas definiciones válidas son aquellas definidas en el derecho canónico.

Otra objeción a nuestro reclamo es decir que el Papa está por encima del derecho canónico y que puede renunciar de la manera que quiera. Hay dos errores aquí. El primero error es no tener en cuenta la intención del legislador en la promulgación del derecho canónico. El canon que aborda la renuncia papal fue codificado por el Papa Juan Pablo II en 1983. Ahora es cierto que Benedicto como Papa es el legislador supremo de la Iglesia, pero primero tiene que legislar. Dado que en este caso no lo hizo, canon 332.2 permanece válido. Benedicto pudo haber emitido una derogación de este canon al renunciar, pero nuevamente no hizo tal cosa y, como tal, sigue sujeto a su decisión. Es de saber también que el acto de renuncia fue el acto de Benedicto como el hombre que es Papa, mas no un acto jurídico del Papa.

El segundo error es el desprecio por la naturaleza del Oficio como lo fue establecido por Cristo, el Hijo de Dios. El Hijo de Dios estableció el oficio Petrino sobre un hombre, para no ser dividido o repartido entre más de uno. El derecho canónico, basado en la manera que lo está sobre la ley natural, debe para su validez, reflejar la voluntad de Cristo. Benedicto creó la situación en la que hay dos papas, uno que ocupa el cargo y el otro delegado al ministerio. Esto es contrario a la voluntad de Cristo.

Entonces, el Papa no puede renunciar de la manera que quiera.

Las explicaciones canónicas detalladas están disponibles para cualquier persona interesada en este sitio web http://www.ppbxvi.org.

En contraste con estas objeciones, la clara tradición canónica indica una mención de munus (o uno de sus sinónimos) en la renuncia a un cargo, pero ninguna mención de ministerio.

Dada esta información, un católico debe someterse al derecho canónico y presumir que Benedicto nunca renunció al cargo de papa y, por lo tanto, sigue siendo papa.

Otra objeción a nuestra afirmación es decir que los Cardenales actúan como si la renuncia fuera válida. Sin embargo, actuar como si fuera válida no lo hace válida. Actuar como si un canon (en este caso el canon 332.2) se cumpliera no significa que se cumplió.

Una objeción similar a nuestra afirmación propone que el hecho de que se haya producido un cónclave en marzo de 2013 es una prueba de que la renuncia de Benedicto fue válida.

No. En primer lugar, que los cardenales se reunieron en marzo de 2013 no significa que el cónclave fuera válido. De hecho, según el derecho canónico, un cónclave no puede ser convocado mientras la sede de Pedro todavía está ocupada. Por lo tanto, el simple hecho de tener un grupo de cardenales reunidos en secreto no significa que el cónclave sea válido, y obviamente un cónclave de dudosa validez no puede usarse para validar la renuncia de Benedicto, ya que esto sería razonamiento circular. Uno diría que "La renuncia de Benedicto fue válida porque hubo un cónclave, y el cónclave fue válido porque Benedicto renunció". Más bien debemos mirar el derecho canónico. El canon 188 dice que la renuncia de Benedicto fue inválida debido a un error sustancial, por lo que cualquier cónclave convocado mientras aún vive es inválido.

Otra objeción a nuestra afirmación es que Benedicto mando llamar un cónclave en su Acto de Renuncia, por lo que debió haber renunciado.

No. Para la validez de acuerdo con el derecho canónico, Benedicto tuvo que renunciar al munus, lo cual no hizo. Él también, siendo aún el ocupante del Asiento de Pedro, no podía por ley divina convocar a un cónclave en su vida.

Sí, el consintió en esto, pero esto aún no tiene relación con la invalidez de su renuncia, ya que el munus fue omitido de su declaración de renuncia.

Señalamos aquí otro error de los apologetas Bergoglianos que dicen que Benedicto renunció de tal manera que se convocó un cónclave, mostrando así la intención. Sin embargo, algo tan importante como una renuncia no se puede juzgar de manera confiable en función de la intención. ¿Quién juzgará la intención? El derecho canónico no prevé que alguien juzgue la intención. Tal proceso sería traviesamente invisible para la Iglesia mundial. La intención no hace el asiento vacante. Se requieren palabras. Del mismo modo, la intención de renunciar al ministerio activo tampoco deja vacante el asiento papal.

Mucha gente se pregunta cuán rigurosamente se debe aplicar la ley canónica. Piensan, bueno, Benedicto tenía la intención de renunciar. El Espíritu Santo estaba allí. Todo salió bien. Tenemos un nuevo Papa y todo está bien. Uno no debe quedar atrapado en los rigurosos detalles de la ley. A ustedes les decimos, tengan cuidado. El Espíritu Santo nunca aprueba violar la ley. Eludir la ley es un acto del hombre, no del Espíritu Santo.

Entonces, una pregunta fundamental es: ¿cuánto rigor legal debe aplicarse a los procesos que cambian el papado? Podemos obtener una idea de esta pregunta mirando un ejemplo paralelo de un campo completamente diferente. Yo soy un empresario que trabaja en un negocio que gestiona ensayos clínicos para nuevos fármacos que estén fabricados y probados por una compañía farmacéutica. El principal documento guía en cualquier ensayo clínico es el protocolo clínico. Al igual que el derecho canónico ha sido editado y ajustado durante siglos, el protocolo es editado y ajustado durante meses por muchos expertos en la materia, doctores de medicina, doctores científicos, estadísticos y varios profesionales. Todos los involucrados consideran crucial que el protocolo se siga rigurosamente durante el ensayo clínico. Antes y durante la ejecución del ensayo clínico, enviamos monitores a los sitios clínicos cuyo trabajo es asegurar que esos sitios cumplan con todos los detalles del protocolo. Un monitor pasará uno, dos o tres días en un sitio, revisando los registros para verificar el cumplimiento. Cualquier desviación menor del protocolo se redacta con total transparencia. La compañía farmacéutica tiene que determinar el impacto y rehacer partes del ensayo clínico si lo considera necesario. Toda esta información está completamente documentada en preparación para una posible auditoría por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Si la FDA encuentra irregularidades graves, puede denegarse la aprobación del medicamento, lo que puede costarle al Patrocinador $100 millones o más en costos hundidos.

¿No deberían los procesos para gobernar la Iglesia de Dios ser aún más rigurosos que los requeridos para los ensayos clínicos? ¿Acaso la ley canónica no salió de dolorosas fallas históricas? Si hay una renuncia papal, ¿no debería convocarse de inmediato una comisión de expertos en derecho canónico para analizar el documento de renuncia y los eventos que lo rodean en busca de irregularidades? ¿No deberían informar cualquier irregularidad con transparencia a la Iglesia mundial? Cuando Benedicto XVI renunció, ¿por qué no sucedió esto? Cuando el cardenal Godfried Danneels informó en su autobiografía que un grupo de cardenales que se hacían llamar la mafia de San Galo, sondeado por los votos y puesto de acuerdo para conseguir que el cardenal Jorge Bergoglio fuera elegido, en estricta violación de conocimientos y procedimientos para cónclaves, con una pena de excomunión para los violadores, ¿por qué se permitió que esto sucediera sin corrección? ¿Dónde estaba la comisión de supervisión?

Nuestra Madre María en las profecías aprobadas por la Iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso ha proporcionado la respuesta crucial. A principios del siglo 17, se dijo a la Madre Mariana que hacia el final de siglo 20, que es nuestro tiempo, “la masonería, que entonces estará en el poder, va a promulgar leyes inicuas con el objetivo de acabar con este Sacramento (refiriéndose al Sacramento del matrimonio ), facilitando que todos vivan en pecado y fomentando la procreación de niños ilegítimos nacidos sin la bendición de la Iglesia.” Finalmente, este mensaje coincide perfectamente con su mensaje en el Tercer Secreto de Fátima donde ella dijo "Satanás reinará sobre los lugares más altos y logrará infiltrarse en la cuspide de la Iglesia". Por lo tanto, es razonable concluir que los masones están en el poder en el Vaticano y que prescindieron deliberada o descuidadamente de los controles canónicos para que su hombre sea elegido. ¿Por qué molestarse con las irregularidades? Sigue adelante como si todo fuera y es normal. Por lo tanto, a pesar de varias llamadas para abordar estos problemas, no vemos ningún intento serio de hacerlo. En cumplimiento de la advertencia de María, dos leyes inicuas que eliminan el Sacramento del matrimonio son 1) la aceptación de Bergoglio del nuevo matrimonio después del divorcio en Amoris Laetitia y 2) la aceptación de Bergoglio de la anticoncepción, el gran destructor del matrimonio.

Como cristianos estamos obligados a leer los signos de los tiempos. Sabemos por fe que Jesús siempre será fiel y siempre nos dará un pastor fiel como su vicario. Sin embargo, no es exagerado decir que lo que estamos viendo es una señal de que este hombre, que muchos piensan que es el Papa, no es el Papa, porque no actúa como alguien que ha recibido el regalo del oficio de Pedro.

Los eventos que rodean al papado continuarán empeorando. En algún momento, cuando todo parece perdido, María prometió restaurar la Iglesia "de una manera maravillosa." Millones oran para que esto suceda pronto. Ella puede arreglarlo. No lo podemos hacer solos. Sin embargo, podemos sentar las bases para su eventual intervención mediante la oración, especialmente el Rosario y los actos valientes. Mientras tanto, le corresponde a uno mantener la lealtad al verdadero Papa (Benedicto). Mantener la lealtad a un hereje y un cismático hace que uno también sea un hereje y un cismático.

Cerramos con una oración por el Papa Benedicto XVI. En nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, Amén. Dios todopoderoso y eterno, ten piedad de Tu siervo, Benedicto, Tu Vicario en la Tierra, y dirígelo, de acuerdo con Tu bondad amorosa, en el camino de la salvación eterna para toda la Iglesia. Que con Tu regalo siempre desee lo que es agradable para Ti y pueda cumplirlo con toda su fuerza, por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Para preguntas: enviarme un correo electrónico a brian@godsplanforlife.